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Mostrando entradas de agosto, 2015

Salsa guacamole casera con langostinos

Esta es otra versión, la mía particular, de la famosa salsa guacamole. Esta vez he añadido unos langostinos, ya cocidos, que tenía en el frigorífico para realzar un poco el sabor. La verdad es que fue un éxito, los langostinos le van muy bien a esta salsa y es una propuesta muy refrescante para estas noches calurosas de verano.

Granizado de avellanas

Hace mucho años, casi treinta, fui por primera vez a Alora, un pueblo precioso en la serranía malagueña y que es el pueblo de mi amiga Lina. Durante la mañana visitamos el pantano del Chorro, muy conocido en esa zona, la presa, el caminito del Rey (en mi vida he pasado más miedo que caminando por él) y luego nos bañamos en una especie de playita que han habilitado en el pantano. Recuerdo que estaba embarazada de mi primera hija y era verano. Coincidió nuestra visita con las fiestas populares o la feria como la llamamos por aquí. Por la noche fuimos a la feria y allí tomé, por primera vez, este rico granizado de avellanas que me sorprendió muy gratamente... he de reconocer que los frutos secos me encantan!!!

Picadillo de jureles asados... una receta de antaño!!!

Esta es una de esas recetas de antaño, de las que comí en casa toda la vida, sobre todo en verano. Antiguamente, por lo menos en los pueblos, la vida no era fácil. No es que pasásemos necesidades, pero tampoco había mucha abundancia de alimentos, de calzado, ni de ropa... por no hablar de otros lujos negados para nosotros. En casa no solía tirarse nada, se "tuneaban" un poco y se reutilizaban o pasaban de un hermanos a otro. Con los alimentos pasaba algo similar, a todo se le sacaba provecho... poco más o menos igual que ahora con la dichosa crisis que venimos padeciendo!!!

Arroz con champiñones y chorizo de Teror

En  Gran Canaria, como en el resto del archipiélago, no hay mucha tradición en cuanto a embutidos. Se reduce sólo a éste chorizo de pasta blanda, rojo al llevar pimentón o blanco si no lo lleva, y a la morcilla dulce. Y su fabricación se concentra en las carnicerías de un pueblo Teror, de ahí su denominación. Más información si clickas  aqui . Al ser un chorizo blando es muy fácil de untar y así es como se toma habitualmente. Yo quise darle otra aplicación y lo usé para enriquecer un plato de arroz con champiñones. El resultado, ya lo veis, quedó ideal como primer plato.