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Pollo a la mostaza para Marta


Quizás yo esté equivocada, me corregís si es así,  pero pienso que un blog es algo más que un lugar donde colgar recetas. Eso, a mi modo de ver, sería un simple recetario de cocina.
Para mí, un blog de cocina o de cualquier otro tema, es un lugar de encuentro de amigos.
Compartimos nuestras recetas, por supuesto, pero compartimos también algo más. Compartimos experiencias, compartimos dudas, compartimos ilusión, alegrías y penas... por que no???
Al fin y al cabo, ahí, detrás de la pantalla, hay un grupo de amigos. Virtuales, claro que sí, es cierto, pero amigos al fin y al cabo. Personas reales, de carne y hueso como yo, que tienen una vida propia como yo, unas circunstancias más o menos similares a las mías y entienden perfectamente todo lo que me pasa... a que sí?
Posiblemente esa seguridad es la que me hace poner un poco de mí en cada entrada. Espero no aburriros mucho con mis "cosillas", pero es cierto que cuando me dirijo a vosotros, lo hago dirigiéndome a unos amigos.
Hoy quiero contaros la historia de esta receta que publicamos.
Es una receta que solía hacer hace mucho tiempo, ni siquiera sé de donde la cogí, posiblemente de una de esas revistillas que guardo, con cariño, desde que me casé. El caso es que, por causa que aún desconozco, dejé de hacerla, a pesar de que nos gustaba mucho, y se fue olvidando.
Fue mi hija mayor, Marta, quien me hizo recordarla cuando se fue a estudiar fuera.
La receta se había perdido en el tiempo y aunque más o menos la recordaba, no recordaba los ingredientes exactos ni las cantidades. Hizo falta hacer algunas pruebas, hasta que encontramos la receta perfecta y hoy, de nuevo, vuelve a ser una de las favoritas en casa.
Hoy la publico y me vais a permitir que se la dedique, a modo de homenaje, a una mujer joven, generosa, valiente y luchadora como ella sola... mi hija Marta!!! 
Marta estudió enfermería y a pesar de tener su titulo, por causa de la crisis, no encontró trabajo en lo suyo por aquí y se tuvo que marchar lejos... ya lleva 4 años fuera de casa... en Canadá!!!
Si, ya sé que pensáis todos.... ¡Que bien!... ¡Que bonito!... Conocerá otro país, otro continente, otra cultura y hasta otra gastronomía!!!
Pero, para mi corazón de madre, Canadá está demasiado lejos.
Por supuesto en ningún momento le cortaría las alas a ninguno de mis hijos, es más, les alentaría y animaría a volar. Como les alenté y animé a estudiar en su día con este único fin, que volaran alto. 
Pero sigue siendo mi niña, la quiero, me preocupa y la extraño... me entendéis, verdad???
Este año, además, se ha llevado a su hermano pequeño con ella... bueno, yo estoy algo más sola, pero ellos están acompañados... me consuela eso!!!
Hoy, más que nunca, este blog cumple las funciones para las cuales se creó, ayudar con nuestras recetillas a jóvenes y estudiantes, que por  una causa u otra, se encuentran fuera de su hogar.
Os dejo las dos opciones de cocinado, la tradicional y en el robot de cocina Robochef, que es donde la hice yo.
Así que pasemos a la receta, que con tanta ilusión preparé y publico, por si a Marta o a otros jóvenes en la la distancia, le sirve de ayuda.




Ingredientes:
Para seis personas aproximadamente.
  • Seis muslos de pollos
  • Dos tomates maduros
  • Una cebolla
  • Dos o tres pimientos verdes
  • Dos o tres dientes de ajos
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Dos cucharadas de mostaza
  • Un poco de vino blanco
  • Sal

Nota adicional:
La receta está reeditada porque se eliminó sin querer, pero se conserva tal cual de publicó en su día.
Por desgracia vuestros comentario se perdieron... lo siento amigos!!


Elaboración a modo tradicional:

Ponemos en una cazuela o cacerola grande, un fondo de aceite y rehogamos el pollo, limpio y cortado.  Sacamos y reservamos.

En el aceite donde rehogamos el pollo, ponemos la cebolla, los dientes de ajos, los pimientos y el tomate, todo limpio y troceado. Pochamos un poco.

Una vez pochado, pasamos a la batidora.
   
Volvemos poner el pollo en la cacerola, junto con el sofrito ya pasado por la batidora.

Le añadimos un poco de agua, apenas medio vaso, otro medio vaso de vino blanco, la sal y dos cucharadas de mostaza.

Dejamos cocer tapado y a fuego suave, removemos de vez en cuando para evitar que se nos queme. Si fuese necesario añadimos algo más de agua.


Apartamos cuando veamos que está tierno y la salsa  cuajadita.


A modo de guarnición freímos unas patatas... es como más nos gusta!!!



 Elaboración en Robochef:


Ponemos en la olla un fondo de aceite y rehogamos el pollo, limpio y cortado.  Menú SOFREÍR - FREÍR /10 minutos /180º/ tapa abierta

Removemos con ayuda de una cuchara de palo o de silicona hasta que veamos doradito.


Cancelamos la función, sacamos el pollo y reservamos.

En el aceite donde rehogamos el pollo, ponemos la cebolla, los dientes de ajos, los pimientos y el tomate, todo limpio y troceado. Pochamos un poco. Menú SOFREÍR - FREÍR /10minutos /160º/ tapa abierta

Una vez pochado cancelamos la función, sacamos el sofrito y pasamos a la batidora.
   
Volvemos poner el pollo en la olla, junto con el sofrito ya pasado por la batidora.

Le añadimos un poco de agua, muy poca porque el pollo soltará jugo, medio vaso de vino blanco, la sal y dos cucharadas de mostaza.

Programamos menú PRESIÓN /4 minutos /123º/ tapa cerrada.


Cancelamos la función una vez terminada y abrimos la olla.


Ya estará listo para servir, pero si veis que sale muy liquido volvéis a programar la función SOFREÍR -FREÍR /5 minutos /160º / tapa abierta


Una vez se consuma el exceso de liquido canceláis la función.



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