Tarta de calabaza con chocolate y nueces para Hallowen

Me reconozco una defensora de nuestra cultura y tradiciones, pero también es verdad que soy una persona capaz de convivir con otras tradiciones porque creo que la diversidad siempre es enriquecedora.
Los tiempos cambian y nos vemos en la "obligación" de cambiar con ellos si queremos seguir avanzado.
Desde hace unos años, la fiesta de Hallowen está tomando auge y esplendor y se ha convertido en una de las fiestas más esperadas por los niños que, para mi modo de ver, son para quienes está dedicada en la actualidad y quienes más la disfrutan.
Es una fiesta de origen celta, está vinculada a la conmemoración del Samhain, palabra derivada del irlandés antiguo y que significa algo así como fin del verano. Era la festividad más importante del periodo pagano que domino Europa hasta su conversión al cristianismo. Se celebraba la noche del 31 de Octubre al 1 de Noviembre y servia como broche para festejar el final de la temporada de cosechas.
En 1840 y de la mano de los irlandeses, llega a Estados Unidos y Canadá, donde queda fuertemente arraigada, pero no es hasta 1920 cuando empieza a celebrarse masivamente.
La internacionalización de esta fiesta se produce a finales de los años 70 y principios de los 80 gracias al cine y programas de televisión, aquí, como todo, no nos llegó esta costumbre hasta un poco más tarde... siempre vamos a remolque !!!!
Hoy en día es una fiesta muy conocida y festejada, sobre todo por los niños, quienes en esa noche se disfrazan y pasean por la calles y barrios pidiendo dulces y golosinas.
Podéis buscar más información sobre esta festividad por las redes, de todos modos aquí os dejo este enlace que me ha servido para documentarme un poco.
Este delicioso bizcocho hace mucho que lo tenía pendiente de elaborar; con éste creo que ya son cuatro los dulces que elaboro con verduras y todos, sin excepción, debo decir que me sorprendieron gratamente.
La receta está sacada de un libro de esos que tengo antiguos y que yo he "tuneado" un poco, el original lleva mantequilla pero yo prescindí de ella y cambié por aceite de girasol, más que nada por mi intolerancia a la lactosa. También le aporté unas nueces adicionales y un poco de especias mixtas para dulces.
La decoración es un poco "rústica", no soy pastelera profesional ni intento serlo y además el brazo "chungui" no da para mucho ahora mismo; pero quise dar un toque de chocolate, para "camuflar" la calabaza e hice una decoración a modo de telaraña para celebrar la ocasión.
El resultado ya lo veis,  ha sido todo un éxito en casa, nos ha sorprendido gratamente. 
Es un delicioso, sano, económico y suave bizcocho que espero os guste  a todos... en especial a los niños!!!

Ingredientes:

• 350 gramos de calabaza pelada y cortada en trozos medianos
• 100 gramos de aceite de girasol 
• 150 gramos de azúcar
• 150 gramos de harina
• 3 huevos
• 1/2 cucharadita de especias mixtas para dulces  (de canela si no tenéis especias)
• 1 pizca de sal
• 1 pizca de bicarbonato
• 1/2 sobre de levadura
• 50 gramos de nueces picadas
• 200 gramos de chocolate negro (sin lactosa para intolerantes)
• 125 ml. de nata (sin lactosa para intolerantes)
• Un poco de chocolate blanco (sin lactosa para intolerante o prescindir de él)

Elaboración a modo tradicional:

La elaboración es muy fácil como podéis ver y el resultado espectacular.

Lo primero es asar la calabaza y para ello la pelamos y troceamos. Untamos con unas gotas de aceite y envolvemos en papel de aluminio. (foto 1)

Ponemos sobre una bandeja y llevamos al horno con calor arriba y abajo durante unos 30 minutos; también podemos cocer al vapor, el resultado es el mismo. (foto 2)

Una vez cocida sacamos y dejamos enfriar, luego haremos con ella un puré suave con ayuda de un simple tenedor. Reservamos. (fotos 3 y 4)

Ponemos los huevos en un bol con una pizca de sal y batimos enérgicamente unos minutos. Añadimos el azúcar y seguimos batiendo unos minutos más, hasta conseguir una mezcla espumosa, esta acción es mejor hacerla con batidora eléctrica de varillas. (foto 1)

Añadimos el aceite y batimos de nuevo hasta que quede una mezcla homogénea. (foto 2)

Mezclamos la harina, el bicarbonato, la levadura y la mezcla de especias mixtas o la canela, si es esa nuestra opción. (foto 3)

Cernimos la mezcla de harina sobre la mezcla del bol y removemos para mezclar todo, con paleta de silicona o cuchara de palo, ya no necesitamos batidora. (fotos 4 y 5)

Añadimos la calabaza triturada y las nueces troceadas. Volvemos a mezclar todo hasta conseguir una mezcla totalmente homogénea y de un bonito color anaranjado. (fotos 6 y 7)

Engrasamos y molde y ponemos la mezcla en él. Llevamos al horno, previamente calentado a 180º con calor abajo. El tiempo dependerá siempre de las prestaciones de nuestro horno, el mio es bastante potente y no es más de 20 minutos.

Una vez haya subido el bizcocho cambiamos a 160º y ponemos calor arriba y abajo para dorar.

Terminada la cocción del bizcocho, sacamos y dejamos enfriar un poco. Ya sabeis que podéis pinchar con un palillo en el centro, si sale seco está listo.

Sacamos del molde y dejamos enfriar sobre una rejilla metálica.

Elaboración en Thermomix:

La elaboración es muy fácil y podéis aprovechar la cocción de otro plato para cocer la calabaza al vapor o bien la asais en el horno. Este paso podéis verlo en el modo tradicional

Una vez cocida sacamos y dejamos enfriar, luego haremos con ella un puré suave con ayuda de un simple tenedor. Reservamos.

Ponemos los huevos con una pizca de sal y el azúcar. Programamos 3 minutos / 37 º / velocidad 3 con mariposa.

Añadimos el aceite y batimos. Programamos 10 segundos / velocidad 4

Mezclamos la harina, el bicarbonato, la levadura y la mezcla de especias mixtas o la canela, si es esa nuestra opción y cernimos todo para airear y que salga más suave.

Echamos al vaso la mezcla y la calabaza triturada. Programamos 10 segundos / velocidad 3 para mezclar. Esta vez sin mariposa.

Yo prefiero echar la mezcla a un bol y añadir la harina poco a poco, sin batir para que no se baje la mezcla, pero este paso lo dejo a vuestra elección.

Por último ponemos las nueces troceadas y simplemente mezclamos con una cuchara.

Engrasamos y molde y ponemos la mezcla en él. Llevamos al horno, previamente calentado a 180º con calor abajo. El tiempo dependerá siempre de las prestaciones de nuestro horno, el mio es bastante potente y no es más de 20 minutos.

Una vez haya subido el bizcocho cambiamos a 160º y ponemos calor arriba y abajo para dorar.

Terminada la cocción del bizcocho, sacamos y dejamos enfriar un poco. Ya sabeis que podéis pinchar con un palillo en el centro, si sale seco está listo.

Sacamos del molde y dejamos enfriar sobre una rejilla metálica.

Ahora pasamos a decorar:

En un bol al baño Maria ponemos el chocolate negro y la nata  y removemos hasta que se derrita el chocolate. Apartamos y dejamos enfriar un poco.

Hacemos lo mismo con el chocolate blanco, esta vez ponemos sólo un poco de nata, muy poca.

Una vez esté frío el chocolate, pero sin cuajar, ponemos una capa generosa sobre el bizcocho. Alisamos con ayuda de una espátula y dejamos enfriar otro poco.

Antes de que se enfríe del todo ponemos el chocolate blanco dentro de una manga pastelera o de un cono hecho con un poco de papel de hornear.

Hacemos círculos concentricos sobre el pastel. Con la punta de un cuchillo bien afilado recorremos el pastel desde el centro hacía fuera, así 6 u 8 veces, imitando el patrón de una tela de araña.

Los intolerantes  a la lactosa podéis prescindir de este paso a no ser que encontréis chocolate blanco sin lactosa en vuestro entorno.

Decoramos con unas arañas de plástico, esto es opcional, claro está... pero seguro que la idea entusiasma a tus peques!!!

Dejamos enfriar completamente y cortamos en porciones... mirad que corte!!!

Tomad un trocito cada uno, no temáis que hay para todos. Yo también tomé el mio... no pude resistir la tentación!!!!