Antes de que se vayan estas fiestas, tan especiales y entrañables, no puedo dejar pasar por alto esta deliciosa receta. Fue mi hija Marta quien me habló por primera vez de ella y me animó a probarla. Por lo visto la elaboraba la abuela de su amigo Dani y solía mandarle algunos botes cuando estaba estudiando... luego Dani las compartía. Este año, por fin, me animé a elaborarlas, lastima no haberla hecho antes, cuando Marta estaba en casa y podía degustarlas. Pero bueno, ya podré hacerlas cuando ella vuelva a casa... si están de temporada, claro está!!!