Tarta mousse helada de fresas

Esta es una recetilla que elaboré hace un tiempo y que, por falta de este, me fue imposible publicar.
La hice siguiendo las instrucciones de mi heladera y la verdad es que quedó muy rica.
Francamente creo que mi familia debe estar en deuda con el blog. Gracias a él y a mis ansias de aprender, durante el corto espacio de tiempo que tiene desde su nacimiento, ha aportado mucho a mis escasos conocimientos culinarios y hemos disfrutado mucho elaborando, incluso "inventando" y saboreando, ricas recetas que eran desconocidas en casa.
Este ha sido el verano de los helados y las mermeladas, como también os comenté. Con estas dos asignaturas creo que ya obtuve mi aprobado. La calificación es algo que no sabría valorar pero, por ahora, me conformo con lo aprendido.
Por supuesto, no cejaré en mi empeño de seguir aprendiendo cada vez más.
Este invierno, espero sea el invierno de los panes y las galletas, otras de mis muchas asignaturas pendientes, pero eso será cuando haga menos calor y se apetezca encender el horno.
Mientras tanto, vamos a compartir la recetilla de esta tarta helada... os parece bien????

  Ingredientes:

• 400 gramos de fresas maduras
• 200 ml. de nata (sin lactosa para intolerantes) 
• 100 ml de leche (sin lactosa para intolerantes)
• 100 gramos de azúcar (o algo más si sois muy golosos)
• 2 claras de huevos muy frescos
• 2 laminas de gelatina
• Bizcochitos de soletilla o algun otro tipo (sin lactosa o gluten para intolerantes)
• Algo de licor de fresas con o sin alcohol

Elaboración: 

Lavamos y trituramos las fresas. 

Ponemos las fresas junto con el azúcar, en un cazo a fuego suave. Movemos y removemos durante unos diez o quince minutos, hasta que consigamos una especie de mermelada suave.

Mientras tanto, hidratamos las hojas de gelatina unos minutos. Una vez hidratada, las escurrimos y las echamos a las fresas calientes para que se disuelva.

Añadimos la leche y removemos de nuevo hasta mezclar. Pasamos a un bol y dejamos enfriar.

Mientras la mezcla se enfría, montamos la nata como tengamos costumbre. Ya sabéis que el recipiente y la nata deben estar muy fríos. Reservamos.

Montamos también las claras a punto de nieve, como tengáis costumbre. En este punto os hago saber que los huevos deben ser de total confianza, pues lo tomaremos crudo, el recipiente debe estar bien limpio, sin nada de grasa y que debemos añadir una pizca de sal a las claras antes de empezar a montar.

Una vez esté fría la mezcla, le añadimos el merengue obtenido y la nata montada, con suaves movimientos envolvente para evitar que se bajen.

Llevamos al frigorífico durante un par de horas.

Mientras tanto procedemos a  preparar a base y montar la tarta:

Ponemos en un molde desmontable una capa de bizcochos de soletilla, los "emborrachamos" con un poco de licor de fresas, yo usé sin alcohol, de esa forma pueden comerla los niños también.

Sacamos la mezcla de fresas del frigorífico, removemos, echamos en el molde y alisamos la base con una espátula.

Llevamos al congelador por espacio de unas tres o cuatro horas.

  

Sacamos unos minutos antes de tomar y decoramos a gusto.

 Ya tenemos lista nuestra deliciosa tarta de fresas... os ha gustado, verdad???