Esta es otra versión, la mía particular, de la famosa salsa guacamole. Esta vez he añadido unos langostinos, ya cocidos, que tenía en el frigorífico para realzar un poco el sabor. La verdad es que fue un éxito, los langostinos le van muy bien a esta salsa y es una propuesta muy refrescante para estas noches calurosas de verano.