Cocina compartida

Estos días pensaba en los motivos que me impulsaron a crear el blog y en las muchas satisfacciones que, indirectamente, me ha dado en estos años. El motivo o la finalidad no era otra más que ayudar a jóvenes y estudiantes. Esos aprendices de cocina, por obligación, que se encuentran fuera de sus hogares por estudios, trabajo o emancipación. Mis hijos forman parte de ellos, de esos jóvenes que tuvieron que dejar su país, su casa, su familia, su entorno, su zona de confort... como la llaman ahora!!!

Son muchas las recetas publicadas y que están elaboradas con arroz. El motivo, creo que ya os lo he dicho alguna que otra vez, es que nos encanta en todas sus variantes. Esta vez usé unas costillitas de chivo lechal, que no es que tengan mucha carne, eso es cierto, pero aportan un sabor delicioso a este arroz. Lo enriquecí con unos guisantes, zanahoria, alcachofas y un buen chorrito de vino blanco seco de la zona... el resultado, como podéis ver, fue exitoso!!

Pocos pueblos de costa tienen el privilegio de contar con una sierra tan cercana como nuestra querida Sierra Bermeja. Se trata de un gran macizo de rocas peridotíticas, que le confiere ese color rojizo y de donde saca su nombre El Paraje Natural de Sierra Bermeja es un cordón montañoso situado al suroeste de la Serranía de Ronda y nos ofrece la posibilidad de disfrutar del contacto con la naturaleza en unos pocos minutos. Con una  altitud media de los 1000 metros sobre el nivel del mar, alcanza su cota maxima de 1450 metros en el vértice de Los Reales Hay diferentes rutas adaptadas para hacer senderismo y contamos con un refugio de montaña, con un bar abierto al publico y que da cobijo y abrigo a todo aquel que lo necesite para guarecerse.

Hace mucho tiempo que estaba tras la pista de esta deliciosa receta de roscos caseros. Se trata de un dulce muy tradicional de mi pueblo, unos roscos que se hacían, sobre todo en Navidad, en casi todas las casas del pueblo. Hablo de cuando no había horno en casa, cuando las familias se reunía para elaborarlos y éramos los niños del vecindario quienes íbamos con las bandejas al horno de leña que había en el pueblo. Más tarde pasábamos a recogerlos y como recompensa las vecinas nos obsequiaban con unos ricos dulces... recuerdos y tradiciones de antaño!!! Recuerdo como si fuese ayer el sabor de esos roscos de almendras, son sabores que se conservan en la memoria por los años y que nos hacen evocar tantos y tan gratos recuerdos. Mi madre nunca los hizo, por eso no tengo la receta, recuerdo que ella hacía otra receta de roscos fritos que ya os publiqué anteriormente y puedes ver si clicas  aquí . Quien si los hacía era mi vecina, Isabel Mena, y mi madre siempre acudía a ayudarle, lu