Cocina compartida

Comenzamos dando el pistoletazo de salida, en este caso de entrada en la navidad, con una receta muy típica y tradicional de mi tierra, Andalucía, los tradicionales  pestiños caseros. Hoy queremos comenzar el año con una receta  menos conocida por aquí, el Kringle Estonia. Está dedicada a todos esos amigos que nos siguen desde otros lugares, desde otros continentes incluso. Porque, con todo el respeto del mundo y sin hacer menosprecio a nuestras costumbres y tradiciones, soy de las que piensan, que abrirnos a otras culturas y tradiciones nos hacen más grande y enriquecen mucho más.

Conocí esta receta gracias a una amiga Maria Jose. Ella es presentadora de Thermomix y me invitó a participar en una demostración de recetas de Navidad elaboradas con este robot de cocina. Teníamos ganas de conocernos en persona, compartimos charlitas a través de facebook y compartimos el amor por la cocina y por la costura. Antes había ido a otras demostraciones de este robot de cocina, porque ya sabéis que lo tengo, pero como además resulta que Maria Jose y yo somos de pueblos vecinos, la reunión era la excusa perfecta para conocernos.

Esta  es la receta de uno de los entrantes que elaboré para la cena de Nochebuena. Quiero compartirla con  todos vosotros por si os sirve de ayuda a la hora de elaborar vuestra cena de fin de año. Otros años suelo hacer el  Pastel de cabracho o gallineta  que gusta mucho en casa, pero este año quise cambiar y hacer algo diferente, aunque parecido. La solución la hallé en una de esas revistillas antiguas que tengo y de las que tanto os hablo. El sabor es muy similar al otro, pero este lleva zanahorias y algo de puerro y la verdad es que le aporta un sabor muy suave y rico.

Espero que todos disfrutarais de una magnifica cena y posterior velada de Nochebuena. La Navidad siempre va unida a excesos en la alimentación, son días de celebraciones, comidas compartidas, bebidas, dulces y turrones. Menos mal que sólo es una vez al año y que luego, pasados estos días, podemos intentar a base de dietas, eliminar todo lo acumulado.

Comienza la cuenta atrás para la celebración de la noche más tradicional y entrañable del año. En unos días todo son prisas, compras de última hora, preparar regalos y adornar la casa en esa noche tan especial para muchos de nosotros. Por este motivo, seguramente, no estaremos mucho por aquí, pero sé que lo entendéis y lo disculpais... verdad que si??? Son varias las recetillas que publicamos con aires navideños y quiero terminar este ciclo con otra más, una superfacil de verdad, como casi todas las que intentamos compartir. Ésta, en especial, estará dedicada a todos aquellos jóvenes y no tanto, estudiantes y aprendices, que tan siquiera cuentan con un simple horno en casa.

Hoy vamos a compartir la recetilla de este rico helado de dulce de leche. Los helados son una buena alternativa al calor, son fuente de energía y son muy sanos y naturales... siempre y cuando se coman con moderación, claro está!!!

Intentamos seguir publicando recetillas fáciles y económicas para estos días tan entrañables que se acercan a pasos agigantados. Esta vez se trata de una nueva recetilla de jamoncitos de cerdo o codillos, como prefiráis llamarles. Ya os comenté días pasados que me gusta esta parte del cerdo por ser muy jugosa y muy versátil a la hora de elaborar las recetas. Una vez más vuelvo a evocar a mi hija que se halla ausente, porque esta salsa le gusta mucho; si la retomé, después de muchos años, fue porque ella me la hizo recordar. Siempre solía hacerla con pollo, pero estos días atrás decidí hacer la prueba con estos codillos que tenía en casa y la verdad es que salieron deliciosos. Esta vez os pongo la receta elaborada en ROBOCHEF , el robot de cocina programable que supongo todos conocéis de recetas anteriores, también la pongo en olla a presión porque este tipo de carne es algo dura y estas funciones le vienen muy bien. Por supuesto que para aquellos que no tienen ninguna de las dos

Hoy me vais a permitir que esta entrada se la dedique a alguien muy querida y especial para mi, mi tía Mari (de La Linea). Mi tía Mari es, hoy por hoy y sin genero de duda alguna, mi tía favorita. A pesar de que no unirnos lazos de sangre directo, hay otros lazos que unen todavía más, unos lazos que salen directos desde el corazón. Es tan parecida a mi, o yo tan parecida a ella, que siempre hubo complicidad, cariño y admiración de mi parte hacia ella y sé que por su parte es igual... eso se nota, se palpa, se siente!!!

Son ya varios los bizcochos que hemos publicados con masa madre y sois muchos también los que preguntáis por ella y como conseguirla. Para comenzar os diré que conozco la masa madre desde hace muchos años. Fue mi tía Mari quien me dio a conocer la historia de la masa y quien quiso compartirla conmigo, supongo que por aquello que dicen que da suerte, salud y fortuna a quien la comparte y a quien la recibe. Todos habréis oído hablar del famoso bizcocho elaborado con esta masa madre, conocido como el bizcocho de las madres Carmelitas, bizcocho del padre Pio o bizcocho de la suerte y la fortuna. Si entráis en la red seguro que encontrareis mil y una historias referente a esta leyenda y su cadena.

Estos son los tradicionales pestiños navideños de mi tierra. Una receta que tengo en mi poder desde hace muchos años y que ni siquiera sé de dónde la saqué, pero que, os puedo asegurar, están ricos, ricos... de verdad!! Esta receta y  todo su proceso de elaboración me traen gratos recuerdos, pero  también  me invade de una enorme  nostalgia. Nostalgia de un tiempo que pasó y que ya no volverá... que le vamos a hacer, la vida es así y hay que aceptarla!!!