Cocina compartida

Sé que habéis estado un poco desatendidos estos días, el motivo es que estuve de viaje. Así que hoy, antes de que cambie la climatología, quiero compartir con vosotros, esta rica y simple recetilla que suelo preparar en casa cuando tengo poco tiempo. Se trata de una ensalada de pasta que es muy sencilla de elaborar, pero que es muy rica, resultona y nutritiva.

Ya os comenté que no soy persona de enlatados y envasados, ni "prefabricados" como yo les llamo. Pero a veces, sobre todo si hay prisas y poco tiempo, es inevitable echar mano de ellos. Las gulas, debo reconocer que no son "santo de mi devoción", pero no ocurre lo mismo con los míos, a ellos si que les gusta y por eso siempre tengo algún envase en el frigo... para situaciones de emergencias!!!

Ya se que os parecerá un poco singular el nombre de estas ciruelas, pero así es como las conocemos por aquí. Son unas ciruelas alargadas, algo más dulces que otras variedades y con otra textura diferente también. La ciruela es el fruto del ciruelo (Prunus domestica), pertenece a la familia de las rosáceas y eran originarias del Cáucaso y Persia. Actualmente se cultiva en todos los países templados y se recolectan en estas fechas.

En verano cambia todo, hasta nuestra gastronomía y el uso, o abuso, de según que alimentos. En esta estacion del año, tan calurosa, nos decantamos más por las ensaladas refrescantes y por el consumo de muchas verduras y hortalizas crudas que nos aportan nutrientes y nos ayuda a hidratarnos. Incluso es muy común ver estas recetas en los bares de nuestros pueblos, sobre todo aquí en el sur. Son las famosas tapitas del bar, esas que solemos tomar en nuestros momentos de relax u ocio, acompañando a una cervecita bien fresquita, un vinito blanco o un buen tintillo de verano. Por supuesto que, para ello, es imprescindible elegir siempre la mejor compañía posible!!!

Lunes luneros... son lunes paneros!!! Retomamos de nuevo esta actividad, un poco abandonada en el verano, por aquello de que el calor y el horno encendido no se llevan bien. Ante todo, quiero dejar muy claro que no soy experta panadera ni lo pretendo. Solamente quiero aprender a hacer pan casero de la mano de buenos panaderos, como los que tenemos en nuestro país, utilizar diferentes técnicas y luego compartir estas enseñanzas con todo aquel que sienta mi misma curiosidad y ganas de aprender.

Después de tantas comidas frugales de verano, la verdad es que ya estaba echando de menos una comida de cuchara, mis favoritas y las de mi marido. Aquel día estábamos los dos solos en casa, cosa rara por cierto, y nos apetecía comer algo de "cuchareteo". Aprovechando que las temperaturas bajaron algo, me decidí por darnos un pequeño homenaje.  Como no tenía mucho donde elegir, recordé esta recetilla, muy común en mi pueblo en tiempo de estrecheces.

En casa, ahora ya no quieren otro pan más que el mio y yo me siento muy satisfecha por ello. Son panes ricos y naturales, elaborados con masa madre y harina de trigo o mezclas, ideales para desayunos y meriendas o incluso para cenitas ligeras si lo tostamos un poco y lo acompañamos de lo que más nos guste.

Comienza Septiembre y como prometí vamos a reanudar nuestros "lunes paneros". Ya sabeis que lo dejamos un poco "aparcado" por aquello del veranito y de "la caló", pero aún en verano y con el horno encendido, yo he seguido y sigo "paneando". Claro está que no he hecho muchas innovaciones, me he limitado solamente a elaborar el pan de diario, el que gusta a todos en casa.  Se trata de mi pan de trigo, a veces, con alguna que otra mezcla de harinas y elaborado sin levadura química, solamente utilizando la masa madre que obtuvimos meses pasados y que no he dejado de refrescar ni un solo momento.