Esta es mi pequeña aportación a un día muy señalado, el día de los enamorados.
Día que tiene sus simpatizantes y también sus detractores... como no!!!
A mí, queridos amigos, me vais a permitir que me una a los simpatizantes... por que???
Pues porque es cierto que el amor es un sentimiento que hay que cuidar y demostrar día a día, sin que ninguno sea más especial que otro. Pero también es verdad que el estrés y la vida que llevamos, el trabajo, la casa, los hijos, la tediosa y odiosa rutina diaria, hace que nos olvidemos un poco de esto y que luego nos justifiquemos con un simple... cariño, pero si tu ya sabes que yo te quiero!!!
No amigos, eso no basta, aparte de sentirlo también hay que demostrarlo a diario y no siempre lo hacemos así.
Por eso, no está nada mal que nos lo recuerden por lo menos una vez al año, que ese día nos den un pequeño "tiron de orejas" y nos recuerden que agradable suena un TE QUIERO, cuando se dice de verdad.
Que nos recuerden que los afectos, un beso o un abrazo son cálidos y muy necesarios para el alma; que una simple flor a modo de regalo o cualquier otro pequeño detalle nos dicen sin palabras que somos importantes en la vida del otro.
Si amigos, lo reconozco, me gusta celebrarlo porque yo estoy enamorada.
"Enamorá" de la vida, "enamorá" de la güena gente, "enamorá" de mi marido, "enamorá" de mis hijos, de mi familia, de mis amigos, de mis vecinos y de mi pequeño chuchillo.
Yo soy más de pequeños detalles, de gestos, de palabras, no todo tiene que costar dinero ni mucho menos ser caro; pero tenéis que reconocer que esos pequeños detalles de cariño son los que nos hacen sentir importantes y los que dan sentido a nuestra vida.
También yo soy detallista con los míos, los quiero y me gusta protegerlos, cuidarlos y hasta mimarlos... aunque a veces no lo entiendan así y sea inevitable alguna que otra regañeta!!!
En un principio éste fue un día de dos, de dos jóvenes adolescentes que un día se enamoraron. Con el paso de los años la familia creció y ese amor también creció... y lo compartimos con nuestros hijos!!!
Por eso, siempre me gustó celebrarlo en casa, con una cena familiar que me ayudaban mis peques a preparar para sorprender a papá... no se si papá se sorprendía, la verdad, pero por lo menos lo disimulaba muy bien!!!
Así que ya veis, para ni no es nada de fiesta impuesta ni fiesta de consumismo, es un día para recordar lo afortunada soy al tener tanto cariño a mi alrededor.
Hoy voy a compartir con vosotros estos pequeños corazones de galletas, los hay de todos los tamaños y formas, coge los que quieras, son para ti... porque sí, porque también TE QUIERO a ti!!!
- 500 gramos de harina de repostería
- 250 gramos de mantequilla sin sal
- 125 gramos de azúcar glas
- 1 huevo mediano
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de pasta de vainilla (o extracto)
- Unas gotas de esencia de almendras (la mía está un poco amarga)
- Una pizca de levadura
Para decorar:
- Algo de fondat rojo
- Unas bolitas de color plata
- Un poco de miel
- Un poco de agua
La elaboración es muy fácil, se hace todo manualmente con ayuda de unas varillas metálicas o una simple cuchara de palo. Es muy importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente.
Lo primero será tamizar la harina con la pizca levadura, el tamizado consigue que la harina se airee y luego salga una masa más suave y homogénea. Reservamos.
Batimos ligeramente el huevo con la pizca de sal, la pasta de vainilla y la esencia de almendras. Reservamos.
Molemos el azúcar con ayuda de un robot de cocina o de un simple molinillo hasta convertirla en glas.
En un bol ponemos la mantequilla junto con el azúcar glas y mezclamos bien.
Cuando esté bien integrado añadimos el huevo ligeramente batido con la pizca de sal, la cucharada de pasta de vainilla y las gotas de esencia de almendras.
Mezclamos con ayuda de las varillas o de una cuchara, hasta que la masa quede homogénea.
Ahora iremos agregando la harina que teníamos tamizada y reservada, lo haremos poco a poco hasta conseguir una masa ya más compacta, pero suave, para ello involucraremos las manos en la masa.
Dividimos la masa en tres partes, preparamos seis hojas de papel vegetal y ponemos un trozo de masa en un papel. Tapamos el trozo de masa con otro papel y aplastamos ligeramente con las manos.
Con un rodillo estiramos la masa, para este paso podemos ayudarnos de dos tablitas de medio centímetro puestas a ambos lados de la masa, así nos saldrán uniformes. (Por cierto, gracias a Nieves por regalarme las tablitas).
La dejamos reposar, guardada en el frigorífico, durante unas 3 o 4 horas. Hacemos lo mismo con las otras porciones.
Con un rodillo estiramos la masa, para este paso podemos ayudarnos de dos tablitas de medio centímetro puestas a ambos lados de la masa, así nos saldrán uniformes. (Por cierto, gracias a Nieves por regalarme las tablitas).
La dejamos reposar, guardada en el frigorífico, durante unas 3 o 4 horas. Hacemos lo mismo con las otras porciones.
Sacamos la masa ya reposada y con ayuda de un cortador vamos cortando las porciones de masa que luego se convertirán en deliciosas galletas.
Con la masa restante formamos bolas, estiramos y volvemos a cortar.
Ponemos sobre un papel vegetal y llevamos al horno previamente calentado a 180º, con calor arriba y abajo, durante unos 8 / 10 minutos, dependiendo siempre de las prestaciones del horno y del tamaño de las galletas.
Una pista para saber cuando están horneadas es retíralas cuando veamos que el filo se pone dorado.
Dejamos que enfríen antes de retirar de la bandeja porque todavía estarán tiernas, pero se endurecerán algo al enfriar.
Estas galletas podemos comerlas así, tal cuál, pero si lo preferimos podemos decorar con glasa o fondant.
Con la masa restante formamos bolas, estiramos y volvemos a cortar.
Ponemos sobre un papel vegetal y llevamos al horno previamente calentado a 180º, con calor arriba y abajo, durante unos 8 / 10 minutos, dependiendo siempre de las prestaciones del horno y del tamaño de las galletas.
Una pista para saber cuando están horneadas es retíralas cuando veamos que el filo se pone dorado.
Dejamos que enfríen antes de retirar de la bandeja porque todavía estarán tiernas, pero se endurecerán algo al enfriar.
Estas galletas podemos comerlas así, tal cuál, pero si lo preferimos podemos decorar con glasa o fondant.
Yo lo hice con fondat rojo, ya sabéis que es muy fácil, se trata de estirar la pieza de fondat que previamente habremos comprado.
Cogemos pequeñas porciones de fondant y amasamos bien en las manos para darle "calor" y que nos ayude a la hora de estirarlo.
Estiramos el fondant con ayuda de un rodillo pequeño y con el mismo cortador de las galletas cortamos las porciones.
Pincelamos las galletas con un poco de miel y agua (que habremos calentado a fuego suave para diluir) y ponemos encima la pieza de fondant.
Aplastamos un poco con ayuda de las manos y procedemos a su decoración, esta vez sólo puse pequeñas bolitas plateadas, otro año me animaré a preparar algo más complicado.
Sigue el mal tiempo, el frío y las luvias, eso hace que las fotografías acusen la falta de luz... lo siento, pero ya sabeis que soy una simple aprendiz!!!
Elaboración en Thermomix:
Lo más importante es que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente.
Tamizamos la harina con la pizca de levadura y reservamos.
Pulverizamos el azúcar, 30 segundos / velocidad progresiva 5-10.
Ponemos en vaso todos los ingredientes y mezclamos 20 segundos / velocidad 6.
Sacamos la masa el vaso y procedemos con los mismos pasos que os dejé en el modo tradicional.
Hacer este tipo de galletas es muy fácil y divertido, podéis compartir su elaboración con los más peques de la casa... os aseguro que les encantará la experiencia!!!
!!Preciosas!! tanto que hasta da pena comérselas. Es un detalle ideal para este día, elegante, sencillo y fijo que bien rico.
ResponderEliminarBesines guapa
¡Me gustan un montón! Adoro las decoraciones sencillas y elegantes.
ResponderEliminarUn beso.
Hola guapaaaa, en realidad aunque es una fiesta muy comercial hay que reconocer que es un día muy bonito. Yo mañana me voy al pueblo pues tengo tres días y me voy allí a la nieve a celebrar este bonito día que además es mi cumpleaños así que fíjate que bien me lo voy a pasar horneando el bizcocho para mi tarta jejej, este día me dejo que me regalen todo para mi jajajajajja
ResponderEliminarY porque no tengo cortador de corazón que si no le hacía a mi esposo mantecoso unas galletas como estas que se iba a quedar tieso jajajajaja
Bueno reina, que te han quedado impresionantes, como todo lo que haces, son realmente preciosas.
Un beso y hasta el domingo!!
Ficaram lindas , eu não tenho jeito para decorar.
ResponderEliminarBj
hola guapa, mira yo respeto siempre la opinión así que si te gusta san valentín yo qu me alegro mucho y buno las galletas preciosisisisimas y ricas fijo.
ResponderEliminarbesotes!!
Ainnnnns como me alegro, guapa!
ResponderEliminarYo no celebro San Valentín, pero porque no celebro ni mi cumpleaños, soy más de levantarme un buen día y llenar el techo del estudio de mi chico de hilos con corazones al final y poner un mensaje en cada corazón, por ejemplo. Pero un día cualquiera, no un día de esos que te levantas y piensas "a ver que me ha preparado..." y luego dices "vaya mierda, hilos con cartulinas? en serio?"
Creo que esas cosas funcionan más un día cualquiera, sin expectativas, sin nada, simplemente porque sí. Y sí, tengo los cortadores de corazón de mil tamaños, el molde de bizcocho de corazón, los corazones de azúcar y hasta dos miniquiches de... corazones... en fin!
Jajaja, ¡estoy completamente de acuerdo! Un detalle cualquier otro día ilusiona 100.000 veces más, verdad?
EliminarAunque yo no le haría ascos a tus hilos con cartulinas tampoco el día de San Valentín. Qué guay!
Besotes a tí y a la anfitriona, que nos ha regalado la vista con unas pedazo de galletas :P
Choni, yo he contado hoy que no soy nada SanValentinera, pero si me animas así igual me reconvierto, jajaj, tus galletas preciosas y buenísimas, bssss
ResponderEliminarQue chulada de galletas, me encantan, y además tienen que estar buenísimas.
ResponderEliminarun abrazo
www.sdesabor.blogspot.com
Aquí tienes a una de las detractoras de san Valentín! es una fiesta que no me gusta "na de na", pero tus galletas me encantan y no me hará falta que llegue el 14 para hacerlas.
ResponderEliminarUn beso
María
Jajaja, qué post más simpático y qué lleno de energía y amor ;)
ResponderEliminarMe alegra que estés "enamorá", porque las cosas se ven de otra manera cuando una está "enamorá". Hasta los sabores te saben de otra manera!
Las galletas dicen "cómeme" y "quiéreme" jaja.
Un besote!^^
GRACIAS GUAPA, PRECIOSO ESCRITO, PRECIOSAS GALLETAS Y PRECIOSO TU CORAZÓN...
ResponderEliminarSe agradece todo!!!
MIL BESITOS y a disfrutar de SAN VALENTÍN :)))
Conxita
Que bonitas te han quedado!!! da pena comerselas, parecen pequeñas joyas!!! Bs.
ResponderEliminarJulia y sus recetas.
Pensaba que ya seguia tu blog y me he dado cuenta ahora que no, pero ya lo he arreglado!! Bs.
ResponderEliminarJulia.
Te han quedado preciosas las galletas! Me gustan muchísimo.
ResponderEliminarUn saludo, besos.
Yo no lo celebro porque es una fiesta comercial.Creo que cada día hay que tener detalles y no solo en "san Valentín", aún así no me parece mal que hay un día para festejar el amor (de cualquier tipo,no solo de parejas) porque parece que a veces se nos olvida ser detallistas con las personas que queremos. Bsts!
ResponderEliminarMe parecen muy bonitas, se nota que has puesto cariño. Comparto tu opinión, aunque no lo celebro. Gracias por querernos, nosotros también a tí. Besos.
ResponderEliminarQué bonitas te han quedado... aunque no sé, yo casi que me quedo con los panecillos de orégano que he visto antes... poco romántica que es una... jajajajajaj
ResponderEliminarbesos
Muy apropiadas para el día de hoy..
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