Sopa campera de Lina

Hola, soy  Lina:

Hoy os traigo una receta nueva, se trata de una sopa, muy popular por los pueblos de Málaga.
Cada pueblo tiene una forma de llamarla, aunque en el fondo es lo mismo.

Yo os voy a hablar de los dos pueblos que mas conozco, uno por ser donde nací y otro por los años que llevo viviendo en él.

Alora es mi pueblo de nacimiento, allí este plato se le conoce por sopas Perotas, este es el gentilicio o seudónimo por el que se conoce popularmente a los vecinos de Alora. Y cada año, el primer sábado del mes de Octubre,  hacen una fiesta y esta sopa es la protagonista.

En Estepona, mi pueblo de adopción, se le llama sopa campera. Aquí la sopa tiene su día grande, el 15 de Mayo, día del patrón, San Isidro Labrador.

Los ingredientes principales son el pan, las verduras y hortalizas.
Esta sopa la hacían  los camperos, aprovechado el pan duro y las verduras que tenían en casa, por eso los ingredientes variaban según la época del año, pero hoy en día (por fortuna o por desgracia) tenemos de todo, todos los días del año.

Después de esta introducción os pongo los ingredientes, con los que a mí me gusta la sopa, siempre habrá alguien que diga que le pone otra cosa, pero ya sabemos que... cada maestrillo tiene su librillo!!!

Ingredientes:

• Un pan cateto (del día anterior)
• 80 gramos de aceite
• Un manojo de cebolletas
• Un manojo de espárragos trigueros
• 250 gramos de guisantes
• 250  gramos de habas
• ½ kilo de tomates
• Dos dientes de ajo
• Dos o tres pimientos
• 500 gramos de patatas
• 4 huevos
• Agua
• Sal a gusto

Preparación:

Migamos el pan a pellizcos pequeñitos, lo ponemos en un lebrillo o plato hondo, reservamos.

En una sartén o perola grande ponemos el aceite, picamos las cebolletas, los ajos y los pimientos y lo echamos a la sartén. Mientras se pochan, picamos los tomates y lo añadimos.

Dejamos sofreír un poco y a continuación ponemos los guisantes desgranados, las habas picadas y los espárragos troceados.

Echamos un poco de agua y dejamos cocer las verduras, cuando estén casi tiernas, añadimos el agua restante (aproximadamente un litro y medio).

Ponemos la sal, dejamos hervir y  añadiremos las patatas, que picaremos a rodajas no muy gordas.

Dejamos cocer todo junto y cuando las patatas estén cocidas  le echamos un huevo por comensal y dejamos cuajar.

Volcaremos todo este refrito, con su caldo, sobre el pan migado. Lo dejamos reposar unos minutos y listo para comer.

En casa lo acompañamos con naranja, pepino o aceitunas.