Fritá de morcilla de sangre (o de ternera)

Suele pasar que, dependiendo de la zona geográfica, la comunidad, incluso de un pueblo a otro, aunque sean vecinos, a un mismo plato se le conoce con un nombre diferente.
No se como la conoceréis vosotros, pero por aquí, a esta morcilla se la conoce como morcilla de sangre o morcilla de ternera y era muy común verla en las casas cuando yo era niña. Ahora al no haber matanzas en el pueblo (antes teníamos nuestro propio matadero) es más difícil de encontrar.
Pero aún hay carniceros por la zona que se dedican a elaborarla para nuestro consumo, o bien la traen desde pequeños pueblos de la serranía.
Esta morcilla, en concreto, me la regaló mi "carnicero favorito". Para los que sois del pueblo, Jorge es uno de mis muchos "adoptivos" y tiene una pequeña carnicería en el camino de "la lobilla", antes de llegar al polideportivo. Él mismo elabora muchos de sus productos y os puedo asegurar que son de primera calidad y están deliciosos.
Siempre que voy me regala una morcilla, tipo rondeña, que elabora él mismo y le encanta a mi marido. Pero esta vez el regalo fue para mí, si, para mí. Hacia años que no comía una rica "fritá" de morcilla como esta... aimsssss, como nos quieres y mimas Jorge!!
Sé que a muchos jóvenes no les gustará, pero eso es porque no la han probado. A la gente de mi edad seguro les trae más de un grato recuerdo... a que si?
Saltémonos tantas dietas y vamos a darnos un merecido homenaje, que ya es hora. Además, la morcilla es de sangre totalmente,  tiene poca por no decir que nada de grasas. Las verduras que lleva este plato son de aqui, de la zona y ya sabéis lo bueno que es su consumo para la salud. La única grasa que encontramos en este plato es el aceite de oliva virgen extra y de ese ya todos conoceis sus beneficios para nuestra salud.
Así que vamos, hoy toca fritá, con pan de pueblo y un vasito de vino, del país a ser posible, que ya tenemos el nuevo por la zona y es muy rico... mañana será otro día!!!

Nota adicional:
Vino del país es el nombre con el que se conoce al vino de esta zona, vino elaborado con uva de la variedad moscatel. Es muy famosa la uva y los vinos de Manilva en el mundo entero y nosotros tenemos la suerte de poder encontrarlos cerca. Lo podemos encontrar seco, semiseco y dulce.

Ingredientes:

• 1 cabeza de ajos
• 2 cebollas
• 4 o 5 pimientos verdes italianos (los largos, pero podemos añadir rojos también)
• 4 o 5 tomates grandes y bien maduros
• Una morcilla de sangre pequeña o media si es grande
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal

Elaboración:

Es muy fácil, se trata de elaborar una especie de sofrito al que luego le añadiremos la morcilla.

Ponemos un fondo de aceite de oliva en una sartén o "perol", yo no suelo calentarlo porque es más digestivo, pero antiguamente se calentaba el aceite primero.

Le añadimos los ajos pelados y laminados y los doramos un poco.

A continuación añadimos la cebolla pelada y picada en cuadraditos pequeños, rehogamos un poco.

Le agregamos el pimiento y le damos unas vueltas más para rehogar.

Por último añadimos el tomate pelado y troceado, ponemos algo de sal y sofreímos un poco.

Una vez haya sofrito todo un poco lo tapamos y dejamos cocer un rato a fuego suave.

A media cocción le añadimos la morcilla desprovista del "pellejo" y cortada en rodajas medianas. Hay quien primero le da un pequeño hervor.

Tapamos y dejamos terminar la cocción.

Antiguamente (soy muy vieja ya) se presentaba en la mesa así y todos metíamos "mano" dentro del perol... pasito "palante", pasito "patras".
Nosotros todavía solemos hacerlo cuando vamos al campo... y es que las viejas tradiciones no se deberían perder nunca !!!

Pero, si lo prefieres, también puedes servir a modo individual... que os aproveche amigos!!!