De pequeña leí el libro y años más tarde, ya de adolescente, vi la película de Pollyanna... sabéis a cuál me refiero???
Pollyanna es una niña huérfana que tiene que ir a vivir con su tía Polly, una solterona un poco amargada y tirana. Esta niña tiene una filosofía de la vida un tanto peculiar, la filosofía que le enseñó su padre y siempre procura sacar el lado bueno, el lado positivo a todas las situaciones adversas de la vida. Gracias a su forma de entender la vida, su tía poco a poco va cambiando y con ella todos a su alrededor serán más felices.
No puedo decir que aquella película me marcara extremadamente, pero si que influyo mucho en mi modo de percibir la vida a lo largo de esta y actuar en consecuencia.
Os estáis preguntando a que viene todo esto, verdad???... pues tiene que ver en cuanto a que la climatología de estos últimos días es muy adversa por aquí, cosa que no estamos acostumbrados, esa es la verdad. No podemos salir a pasear ni tomar el sol y hay que quedarse en casita porque llueve.
Pues bien, si esto es así, adoptemos la filosofía de nuestra amiga Pollyanna y tratemos de encontrar la parte positiva de esto.
Seguro que en casa tenemos cosas pendiente de hacer y que siempre vamos relegando... a que si???
Yo aproveché para ordenar cajones que en casa y con tantos siempre están un poco desordenados, estuve cosiendo varias cosilla que tenia pendientes, estuve leyendo y también estuve horneando... para no perder la costumbre!!!
Gracias a estos días tan "chuchurrios", encontré una magnifica receta en uno de mis muchos libros que tenia aparcado, la llevé a la practica y el éxito fue increíble, tanto que al otro día tuve que repetir y doblar las cantidades.
Esta segunda vez me ayudó un poco mi peque (que ya no lo es tanto) en su elaboración. De pequeños siempre que hacia mal tiempo y teníamos que quedarnos en casa nos "inventábamos" algo para tenerlos más o menos entretenidos y amasar y hornear era algo que les gustaba mucho.
Hoy quiero compartir esta recetilla con vosotros, por si el fin de semana se presenta algo "diferente" y tenéis que quedaros en casita con los niños, como siempre, yo os animo a que hagáis participes a ellos de esta "fiesta galleteril".
Los niños crecen muy rápido, más de lo que quisiéramos... y os aseguro que estas cosillas siempre las recordareis con cariño!!!
Ingredientes:
Salen unas 30 galletas, si queréis más dobláis las cantidades.
- 70 gramos de mantequilla sin sal reblandecida
- 185 gramos de azúcar moreno
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 huevo
- 40 gramos de chocolate negro derretido
- 40 gramos de leche
- 180 gramos de harina
- 1 cucharada de cacao en polvo
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 50 gramos de avellanas trituradas
- Una pizca de sal
- Azúcar glas para rebozar las galletas
Elaboración:
Batimos la mantequilla, que debe estar a temperatura ambiente y un poco reblandecida, con el azúcar moreno, la pizca de sal y la esencia de vainilla hasta que nos quede un tanto cremosa. (foto 1)
Mientras derretimos el chocolate en un bol al baño Maria. (foto2)
Añadimos el huevo ligeramente batido, la leche y el chocolate derretido. (foto 3)
Tamizamos la harina, el cacao y la levadura, incorporamos a la mezcla y mezclamos con ayuda de una cuchara. (fotos 4 y 5)
Añadimos las avellanas trituradas, pero no en exceso, y mezclamos de nuevo. (fotos 6 y 7)
Tapamos la masa con papel film y llevamos al frigorífico durante 3 o 4 horas. (foto 8)
También podéis hacer la masa, dejarla toda la noche reposando en el frigorífico y hornear por la mañana.
También podéis hacer la masa, dejarla toda la noche reposando en el frigorífico y hornear por la mañana.
Una vez nuestra masa está refrigerada procedemos al horneado de las galletas.
Precalentamos el horno a 180º calor arriba y abajo.
Ponemos papel de hornear sobre dos bandejas de horno y reservamos.
Con ayuda de una cuchara y con algo de aceite en las manos, hacemos "bolitas" con la masa, como si de albóndigas se tratara.
Rebozamos en azúcar glas y ponemos sobre las bandejas de horno, de forma que estén separadas porque luego se abren un poco. (foto 9)
Llevamos al horno durante unos 8/10 minutos, calor arriba-abajo. Pero dependiendo siempre de sus prestaciones. (foto 10)
Recordad que aunque las galletas parezcan que están tiernas se endurecen un poco al enfriar. Tened cuidado porque al ser de chocolate se os podrían quemar y no daros cuenta.
Sacamos del horno, dejamos enfriar un poco y pasamos a una rejilla metálica. (fotos 11 y 12)
Una vez frías podemos guardar en una caja hermética. (foto 13)
Ya tenemos listas unas deliciosas galletas de chocolate y avellanas que seguro serán la delicia de todos.
Estas son las segundas y con doble cantidad, las primeras no duraron el tiempo suficiente para poder hacer fotos.
Aunque parezca difícil os aseguro que no lo es, quizás un poco laboriosas, pero el resultado hace que merezca la pena probar.
Aunque parezca difícil os aseguro que no lo es, quizás un poco laboriosas, pero el resultado hace que merezca la pena probar.
jo que buenas, me la imprimo ahora mismo.
ResponderEliminarme encanta riquisimas
ResponderEliminarQué maravilla de galletas, da gusto verlas. Seguro que son toda una delicia. Un beso y feliz fin de semana
ResponderEliminarQue pinta!que rico!
ResponderEliminarAlgo muy parecido hice ayer. voy a postar hoy la receta y las imágenes.
Seguramente probare tu receta,porque a la familia le encanta el dulce,jeje.
Saludos y aquí tienes una nueva seguidora.
Me encantan estas galletas
ResponderEliminarQue bonitas fotos, me gustaría comer alguna de esas galletas.................un bico
ResponderEliminarMe encantan las galletas con avellanas y estas tienen una pinta estupenda.
ResponderEliminarun saludo Cris
buen blog y mejores galletas me la apunto la receta
ResponderEliminarYo me leí todos los libros de Pollyanna, eran una delicia ( en aquel entonces )lo mismo que ahora tus galletas! Marian
ResponderEliminarYo ví la película de pequeña, que recuerdos!!que buena pinta tienen las galletas por Dios!!bsts
ResponderEliminarHolaaaa, ayysss que galletas tan deliciosas! que gustazo hornear en los días de frío y lluvia. Me gusta mucho estar en mi casa, soy muy hogareña porque al trabajar también fines de semana parece que añoro estar en casa. Y por la mañana cuando libro si no tengo nada que hacer, me pongo el delantal y empiezo a pensar que voy a preparar. Cuando me doy cuenta he pasado tres horas en la cocina y ni me he enterado. Que gustazo, y por la tarde si llueve y hace frío, a merendar con un rico té y a hacer punto o punto de cruz y a visitar a los amigos blogueros. Este es otro encanto del invierno que no hacemos en los días calurosos de verano.
ResponderEliminarUn besooo
Qué ricas!!! yo las hice pero sin las avellanas, así que la próxima haré tu receta, porque me encantan las avellanas y estas tienen una pinta estupenda
ResponderEliminarSimplemente con ver las fotos, ya me conformo, que bonitas! eso si ya me las he apuntado para probarlas. Besos
ResponderEliminarTienes razón con lo de los días "chuchurríos"!!! Tengo ganas de buen tiempo, para salir a disfrutar del exterior, aunque también es cierto que estos días son geniales para dedicarlos a cosas que tenemos atrasadas, como lecturas o recetillas pendientes de hacer... Reclamo el sol!!!
ResponderEliminarPor cierto, las galletas geniales, apuntadas están para hacerlas aprovechando que mi lata está bajo mínimos!!!
Un besote.
Pilar
Tienes razón con lo de los días "chuchurríos"!!! Tengo ganas de buen tiempo, para salir a disfrutar del exterior, aunque también es cierto que estos días son geniales para dedicarlos a cosas que tenemos atrasadas, como lecturas o recetillas pendientes de hacer... Reclamo el sol!!!
ResponderEliminarPor cierto, las galletas geniales, apuntadas están para hacerlas aprovechando que mi lata está bajo mínimos!!!
Un besote.
Pilar