Hoy es
protagonista el acompañamiento que dimos a estas albóndigas, unos sencillos y
deliciosos tallarines de calabacín.
Hace mucho
que descubrí esta recetilla y no sé por qué motivo aún no la había publicado.
Normalmente
suelo acompañar las albóndigas con unas patatas fritas, porque así es como más
gusta todos, pero como ahora quedamos pocos en casa y tenía calabacines en el
frigorífico, me decanté por esta otra opción.
Esta vez
escogí esta receta para acompañar unas albóndigas en salsa de tomate, pero, por
supuesto, también podéis utilizar este "acompañamiento" con otras
variantes de las albóndigas, bien de carne o pescado. Por ejemplo con unas
ricas albóndigas en salsa de zanahoria, con unas
ricas albóndigas en salsa de almendra, o también
con unas deliciosas albóndigas de bacalao con salsa de tomate.
Todas estas recetas ya están publicadas en el blog y podéis verlas clicando en
los enlaces.
También
podéis utilizar esta receta para acompañar una carne o un rico pescado, eso sí,
yo os aconsejaría que llevasen algo de salsita para aportar sabor.
El calabacín
está compuesto de un 95% de agua y es rico en fibra. No tiene ningún contenido
calórico y por eso es beneficioso para el organismo y muy útil en las dietas de
adelgazamiento.
En cambio
contiene una buena cantidad de minerales, tales como el fósforo, el potasio, el
magnesio y el calcio.
Es rico en
vitamina C, vitamina B3 y provitamina A, así como otros oligoelementos.
Para
beneficiarnos de todas sus propiedades debe ser consumido rehogado, cocido al
vapor o incluso crudo.
Como veis
todo son beneficios a la hora de su uso... así que, animaos a probarlo en esta
variante!!!
Ingredientes
para los tallarines de calabacín:
Para unas 4
personas.
- 2 o 3 calabacines que sean larguitos
- Agua
- Sal
Elaboración
de los tallarines:
La
elaboración es muy fácil y rápida.
Pelamos los
calabacines y con ayuda de un pelador de tiras finas lo cortamos en forma de tallarín.
Si no tenéis
este "cachivache" (no sé cómo se llama pero podéis verlo en la foto
1º) lo hacéis manualmente, es decir, cortando finas laminas de calabacín y luego
haciendo tiras finas.
Podéis
escaldarlo en un una olla con un poco de agua hirviendo (foto 2) o bien lo ponéis
al vapor (foto 3).
El tiempo
será apenas de 1 minuto o menos, estad atentos porque se hacen muy rápido.
Apartáis y dejáis
escurrir para que suelte el líquido sobrante.
Cogéis un molde con forma de corona y ponéis los tallarines en él, vertéis sobre un plato. (foto 4º y 5º)
Este paso es opcional, a modo de decoración, pero es una bonita forma de presentarlo a la mesa. (foto 6º)
Ahora ya podéis rellenar con la receta escogida... esta vez unas ricas albóndigas en salsa de tomate.
Ingredientes
para las albóndigas:
- 500 gramos de carne magra de cerdo (puede ser mezcla de cerdo y ternera, pollo o pavo)
- 1 huevo
- 2 o 3 dientes de ajos
- Unas hojas de albahaca o perejil fresco
- 1 chorrito de leche (sin lactosa para intolerantes)
- Un poco de sal (a gusto)
- Un poco de pimienta negra
- Pan rallado (sin gluten para intolerantes)
- Aceite de oliva virgen suave para freír las albóndigas
Ingredientes
para la salsa de tomate:
- 1 kilo de tomate maduros (podéis optar por tomates de lata troceados)
- 1 cebolla
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal (a gusto)
- Una cucharadita de azúcar (para restar acidez al tomate)
Elaboración
de las albóndigas:
Ponemos en el vaso de la batidora la leche, el huevo, los dientes de ajos
pelados, el perejil o la albahaca, la sal y la pimienta. Batimos todo junto y
reservamos.
En un bol ponemos la carne picada y le añadimos los ingredientes que
tenemos en el vaso.
Añadimos el pan rallado, ni poco ni mucho, el que admita. Llevo mucho tiempo cocinando y la verdad es que nunca me dio por medir la cantidad de pan, de todos modos la masa te lo dirá. Tiene que tener un poco de consistencia para poder hacer las bolas, pero tampoco demasiada porque saldrían muy duras.
Amasamos y hacemos pequeñas bolas con la masa resultante.
Freímos en abundante aceite caliente y
reservamos.
Elaboración de la salsa:
Ponemos agua hirviendo en una olla y echamos los tomates
unos minutos.
Escaldamos un poco para poder quitarles la piel, sacamos y troceamos. Reservamos.
Pelamos la cebolla y la troceamos pequeñita.
En una
cazuela o sartén grande ponemos un fondo de aceite de oliva.
Echamos la
cebolla y sofreímos un poco, hasta que la veamos transparente.
Incorporamos
los tomates troceados, la sal y el azúcar, para restar acidez al
tomate y dejamos sofreír a fuego suave.
Removemos,
de vez en cuando, para evitar que se nos pegue al fondo de la cazuela y con
ayuda de un tenedor vamos aplastando ligeramente el tomate.
Pasada una
media hora, aproximadamente, estará lista la salsa, pero si veis que aún no
está lista, dejad unos minutos más.
Una vez esté
lista nuestra salsa le incorporaremos las albóndigas que tenemos reservadas.
Dejamos unos minutos a fuego suave, para que se mezclen los sabores y luego
apartamos.
Sacamos una porción y añadimos a nuestro acompañante de calabacín, espolvoreamos con un poco de albahaca o perejil finamente picado.
Es un excelente platillo para una comida casual con amigos o familia.
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