Esta es otra receta fácil que me trae recuerdos de infancia, recetas de esas que siempre vi en casa.
Entra dentro de los productos denominados como "casquería", partes menos noble del animal, y eran productos más económicos, más asequible a los bolsillos de aquellos tiempos que corrían.
Casquería son términos usados para aludir a las entrañas (vísceras) de un animal matado. También utilizábamos "casquería" para nombrar al establecimiento donde se vendían estos productos.
Son productos que nunca se fueron aunque durante una época, quedasen arrinconados en el olvido.
Ahora vuelven o aparecen de la mano de profesionales de los fogones, conscientes de las cualidades de estas exquisiteces, que apenas eran reconocidas por el gran público.
Su poder nutritivo la hace muy aconsejable para dietas reconstituyentes en enfermos y niños.
Muchas personas no consumen hígado por temor, creen que no es saludable porque el hígado es el encargado de filtrar las toxinas del cuerpo. Si, es cierto, el hígado las filtra pero NO las almacena.
Lo que si almacena son nutrientes, vitaminas y minerales, que son tan necesarios para nuestra dieta diaria.
El hígado nos proporciona una cantidad concentrada de vitamina A, todas las vitaminas del grupo B especialmente la B12. Es una buena fuente de ácido folico, contiene hierro y oligoelementos como el cobre, cinc y el cromo.
Por supuesto este tipo de alimento deben ser de confianza, consumirse bien frescos... y para ello, nada mejor que acudir a nuestras carnicerías de confianza!!!
Ingredientes:
- 2 filetes de hígado por persona
- 4 o 5 dientes de ajos
- 1 o 2 hojas de laurel
- Un poco de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
- 1 o 2 patatas por personas para el puré (dependiendo del tamaño)
- Mantequilla, margarina o aceite para aderezar el puré
Elaboración:
La elaboración es muy sencilla.
Lavamos bien los filetes, soltará mucha de la sangre. Escurrimos y salpimentamos.
Ponemos un fondo de aceite en una sarten.
Pelamos y laminamos los ajos y los incorporamos al aceite. Incorporamos también las hojas de laurel y doramos un poco.
Añadimos los filetes y los sellamos un poco.
Agregamos el vino y dejamos cocer a fuego lento durante unos pocos minutos a fuego suave y tapado para evitar la evaporación.
Mientras se hacen los filetes haremos el puré de patatas:
Pelamos las patatas, lavamos y cortamos en rodajas finas.
Ponemos agua en una olla y cocemos las patatas con un poco de sal.
Una vez estén cocidas apartamos y escurrimos.
Ponemos en un plato y "machacamos" con ayuda de un simple tenedor.
Ponemos un poco de mantequilla o margarina, a nosotros nos gusta con un poco de aceite de oliva.
También podemos añadir algo de leche si queremos una consistencia más suave y un poco de nuez moscada... pero eso, a gusto de cada cual!!!
Mi madre nunca nos hizo comer hígado, y recuerdo que mis amigas y compañeras de colegio tampoco lo comían que ya sabes que los niños lo contamos todo y siempre te acuerdas de tus traumas y los traumas de tus amigos ja ja ja
ResponderEliminar¡Besos mil!
Me gusta mas el hígado de ternera pero seguro que así está también de lujo el de cerdo. Un besazo.
ResponderEliminarEsta receta le chifla a mi marido........me lo llevo
ResponderEliminarBesitos¡¡