Helado de fresas y mascarpone con miel.

Tengo que reconocer que la heladera me ha "enamorao", estoy como una niña con juguete nuevo con mi nuevo "cachivache".
También me picó la curiosidad y probé a elaborar los helados sin la famosa heladera. Hasta ahora, nunca había elaborado helados, granizados y sorbetes si, pero helados nunca. El resultado es igual de bueno, aunque tengo que reconocer, que con heladera es más cómodo.
Por eso, si no tenéis heladera, no preocuparos que en unos días publicaré otra recetilla, ésta vez sin heladera. Y a partir de ahora, procuraré publicar las recetas de helado en las dos versiones, tradicional y con heladera.
Los helados son la mejor forma de dar ricos y apetecibles nutrientes a los nuestros, todo natural y sin conservantes ni colorantes. A  la vez que descubrimos una nueva forma de aprovechar muchas de las frutas de temporadas, como estas maduras fresas que había en casa estos dias atrás.
La receta me la he "inventado" un poco, con lo que tenia en el frigorífico y con algunos secretillos que he ido cogiendo de aquí y de allí. Como, por ejemplo, usar queso en vez de leche o echar miel para evitar que se cristalice nuestro helado. Os aseguro que funcionó el "invento" y además le aportó un sabor muy rico, diferente a los helado que normalmente había probado... a mi madre y a mí nos encantó, verdad mami????
Preparé un molde, pequeño, rectangular y con el resto preparé porciones individuales que quedaron muy "monos" y son ideales a la hora de quedar bien cuando tengamos una cenita con los amigos.

   
   Ingredientes:

• 300 gramos de fresas maduras
• 200 ml de nata (sin lactosa para intolerantes)
• 200 ml de queso mascarpone (sin lactosa para intolerantes)
• dos cucharadas de leche
• 100 gramos de azúcar molida
• 2 cucharadas de miel
• 1 cucharadita de estabilizante de nata (opcional)

Elaboración:

Lavamos bien las fresas para evitar que tenga restos de arenilla.

Molemos el azúcar con ayuda de un robot de cocina.

Trituramos, con ayuda de un robot de cocina, las fresas junto con el azúcar y la miel, hasta obtener una especie de puré. Reservamos.

En un bol, montamos la nata como tengamos costumbre. Ya sabéis que tanto el recipiente como la nata deben estar muy fríos, para que esta monte bien. Le añadimos la cucharada de estabilizante si es esa nuestra opción y reservamos.
   
En otro bol, ponemos el queso mascarpone y dos cucharadas de leche. Montamos ligeramente y añadimos el puré obtenido con las fresas, mezclamos bien.

Una vez tengamos la mezcla preparada, le iremos incorporando la nata, poco a poco, con suaves movimientos envolventes, para evitar que se nos baje la nata.

Cuando la mezcla esté homogénea, la tapamos con film transparente y llevamos al congelador durante una hora aproximadamente, o  bien al frigorífico durante unas 4 horas,  hasta que la mezcla esté bien fría.

Transcurrido el tiempo estipulado, sacamos la cubeta del congelador y procedemos a elabora nuestro helado siguiendo las instrucciones del fabricante y llevamos al congelador hasta el momento de servir.

Ya tenemos listo nuestro helado cremoso de fresas y mascarpone con miel... os gusta????

  
             También tenemos la versión individual, como ya os dije... a que queda "mono"???