Helado cremoso de dulce de leche ( Con o sin heladera)

Hoy vamos a compartir la recetilla de este rico helado de dulce de leche.
Los helados son una buena alternativa al calor, son fuente de energía y son muy sanos y naturales... siempre y cuando se coman con moderación, claro está!!!
Este delicioso helado lo hice para mi hija Marta que es una enamorada del dulce de leche. Otra vez recordamos a Marturri... aimsssss, cuanto la añoro!! A ella le gustó mucho, aunque me dijo que era suave para su gusto y lo prefería con algo más de sabor. Por eso en los ingredientes os pongo algo más de dulce de leche del que yo utilicé, pero si sois de los que le gustan más suave, ya sabéis que bastará con poner algo menos.

Ingredientes:

• 200 ml de dulce de leche ya elaborado
• 200 ml de nata para montar
• 200 ml de leche
• 2 yemas de huevos
• 2 cucharadas de miel (evita que cristalice el helado)
• 1 cucharadita de estabilizante de nata (opcional)

Elaboración en heladera:

Lo primero que haremos será meter el recipiente de la heladera en el congelador durante al menos 24 horas.

Ponemos la leche, la miel y el dulce de leche en un cazo y llevamos al fuego temperatura  suave, removemos hasta que se deslíe el dulce de leche y la miel. Apartamos y dejamos enfriar.

Batimos las yemas de huevo y le agregamos la mezcla que teníamos reservada una vez esté bien fría, batimos unos segundos más.

Recordad que las yemas de huevo van crudas, así que es conveniente que los huevos sean de total confianza.

Montamos la nata como tengamos costumbre y le añadimos el estabilizante si es esa nuestra opción.. 

Una vez montada la nata, la incorporamos a la mezcla que tenemos reservada. Esta vez con varillas manuales y suaves movimientos envolventes, para que no se baje la nata.

Llevamos la mezcla al frigorífico durante al menos 4 horas.

Transcurrido este tiempo, seguimos las instrucciones que vienen en el libro para preparar nuestro helado cremoso.

Dejamos que hayan pasado los cuarenta minutos estipulados para conseguir la consistencia deseada. Si no fuese así, lo guardaremos en el congelador hasta que la alcance.

Sacar en el momento de servir y decorar a gusto, esta vez sólo utilicé unos barquillos porque el sabor del helado no requería más "adornos", pero también nos quedará ideal si espolvoreamos con un poco de crocanti triturado.

Elaboración sin heladera:

Ponemos la leche, la miel y el dulce de leche en un cazo y llevamos al fuego temperatura  suave, removemos hasta que se deslíe el dulce de leche y la miel. Apartamos y dejamos enfriar.

Batimos las yemas de huevo y le agregamos la mezcla que teníamos reservada una vez esté bien fría, batimos unos segundos más.

Recordad que las yemas de huevo van crudas, así que es conveniente que los huevos sean de total confianza.

Mientras tanto montamos la nata como tengamos costumbre, le añadimos a medio montar el estabilizante si es esa nuestra opción y seguimos montando.Ya sabéis que para que monte bien debe estar la nata y el recipiente, muy frío.

Ponemos en un bol la mezcla de leche y le vamos agregando, poco a poco la nata, con suave movimiento envolvente para evitar que se nos baje la nata.

Tapamos el bol con papel film y llevamos al congelador durante una hora.

Pasado ese tiempo lo sacamos y batimos con batidora de varillas. 

Volvemos a llevar al congelador, volvemos a sacar cuando pase otra hora y volvemos a batir.

Una vez hayamos seguido estos pasos por tres veces consecutivas, dejamos durante unas horas en el congelador, hasta el momento de tomar.

   Ya tenemos listo un rico helado para tomar de postre... te ha gustado???