Roscos de vino de Lina

Hola amigos de Cocina compartida, soy Lina :

Esta receta la tengo en mi poder desde hace muchos años. Me la dio mi tía Encarna, y en casa de mi madre, cada año por esas fechas, siempre solíamos elaborarla, siguiendo la tradición popular.

Ya hacía unos años que  no hacia estos ricos roscos, pero este Domingo pasado, nos reunimos en casa de mi hermana a comer y quise recordar aquellos años, cuando todos eramos niños y ayudábamos a mi madre en su elaboración.

Esta vez los hicimos con algunos miembros más de  la familia, pues junto a mis hermanos, también  se unieron mis hijos y sobrinos.

Mi intención era que mis sobrinos, que aún son pequeños, me ayudaran a elaborarlos, igual que hacíamos nosotros con nuestra madre cuando eramos pequeños. Pero la verdad es que los que verdaderamente disfrutamos, fuimos mis hermanos y yo, recordando aquellos años de las niñez.

Espero que os gusten y espero también que estas tradiciones, tan propias de nuestra cultura, no se pierdan con el paso de los años.

 Gracias a todos... y para todos  FELIZ AÑO NUEVO!!!

   Ingredientes:

• 1 vaso de aceite de Oliva Virgen Extra (el vaso de uso común, o sea de los de agua)
• 2 vasos de azúcar
• 1/2 vaso de vino blanco común
• 1/2 vaso de zumo de  naranjas
• 3 huevos
• 1 sobre de levadura
• Harina la que admita (aprox. algo más de medio kilo)
• Canela molida
• Ralladura de naranja
• Azúcar glass para espolvorear los roscos
• Aceite de girasol, para freír los roscos

Preparación:

Batimos los huevos junto con el azúcar, con varillas manuales.

Exprimimos las naranjas y agregamos el zumo a la mezcla.

Añadimos el vino, el aceite, la canela y la ralladura de naranja.

Agregamos un poco de harina y la levadura, vamos mezclando y añadiendo más, toda la que admita. Pero con cuidado de que no quede la masa muy dura.

Ponemos al fuego una sartén honda con abundante aceite.

Mientras calienta el aceite, echamos en un plato harina y nos vamos untando las manos con ella.

Cogemos porciones de masa y vamos formando bolas con ellas, una especie de buñuelo. 

Con ayuda de los dedos vamos haciendo un agujero en el centro.

Echamos en la sartén a fuego medio, no muy caliente o la masa se quemaría por fuera y por dentro quedaría crudo.

Ponemos papel absorbente en un plato y vamos escurriendo los roscos una vez fritos.

Por ultimo espolvoreamos con azúcar glas a gusto.

Dejamos enfriar... y ya los tenemos listos para comer!!!!

  

   La costumbre de ponerlos en sopera era de mi madre y quisimos recordarla también.