Bacalao al ajillo

Esta es una de las recetillas preferida de mi marido e hijos, es tan fácil de elaborar que incluso les estoy enseñando a prepararla a ellos.
Está elaborada con lomos de bacalao congelado al punto de sal. Un producto congelado del que ya otras veces os hablé y que vienen, como ya su nombre indica, con el punto justo de sal, por lo tanto no es necesario ponerlo en remojo.
Aunque no soy una "enamorá" de los productos congelados, lo cierto es que a veces es necesario contar con ellos, por si algun día o en cualquier momento nos surgiese algún imprevisto. 
Este bacalao, en concreto, es  muy "socorrido", lo utilizo para varias recetillas, es muy rico, fácil de preparar y no está nada mal de precio que, en estos tiempos de crisis, es un detalle a tener en cuenta. Por supuesto que podéis elaborar la receta con bacalao salado, puesto previamente a desalar durante al menos 24 horas y cambiando el agua dos o tres veces.
La recetilla supongo que todos la conocéis, si no es con este nombre, será con otro, todo dependerá de la región o comunidad de donde seáis, pero la esencia es la misma, el bacalao con ajitos y un ligero toque de guindilla.
El bacalao es un pescado blanco, con poco contenido graso, rico en ácidos omega-3 y también muy rico en proteínas de alto valor biológico. Posee ademas una amplia variedad de minerales y vitaminas, entre las cuales encontramos las vitaminas de grupo B1,B2, B6, B9, también contiene vitamina A, vitamina D y vitamina E. Y entre los minerales destacamos el Magnesio, Hierro, Potasio, Fósforo, Cinc y Sodio.
Como veis posee una buena fuente de nutrientes, siendo ideal para niños y mayores. 
Vamos entonces con la recetilla... ya veréis que aunque simple, es deliciosa!!! 

Ingredientes:
Las cantidades variarán según el numero de comensales.

• Unos lomos de bacalao congelado al punto de sal
• Unos dientes de ajos
• Una o dos hojas de laurel
• Una o dos guindillas (a gusto)
• Aceite de oliva virgen extra
• Algo de vino (opcional)

Elaboración:

Como yo usé el bacalao congelado, lo primero será sacarlo del congelador y dejarlo descongelar a temperatura ambiente.

Si usáis bacalao salado, lo ponéis en remojo durante unas 24 horas y cambiando el agua dos o tres veces.

Una vez esté descongelado o desalado, enjuagamos un poco y escurrimos bien.

En una cazuela o sartén ponemos un fondo generoso de aceite porque luego mojaremos pan en la salsita. 

Pelamos y laminamos unos dientes de ajos. Doramos ligeramente en el aceite.

Doramos, también, la hoja de laurel y la guindilla, unos pocos segundos solo.

Por último ponemos los lomos de bacalao y doramos ligeramente por ambos lados.

Hay quien pone algo de vino, yo no suelo hacerlo porque me parece  muy fuerte el sabor que le aporta, pero podéis hacerlo si es vuestro gusto.

Dejamos reducir un poco la salsa, a fuego suave... y ya tenemos listo este delicioso plato!!!

Podéis hacerlo todo junto o en cazuelitas individuales, como en este caso... lo hagáis, como lo hagáis, os garantizo que está exquisito!!!