Helado de plátanos (Tradicional y heladera)

Nunca hasta ahora había hecho helados caseros, no creí que fuese tan fácil de elabora y a la vez tan exquisitos.
Los helados son una buena forma de alimentar a los nuestros, a la vez que le deleitamos el paladar y sofocamos un poco el calor que sufrimos en estas fechas. 
Ya sabéis que el plátano es rico en potasio y que éste tiene mucho que ver con el equilibrio de los líquidos de nuestro cuerpo, y en contra de lo que muchos creen, es una fruta que no engorda, precisamente por favorecer la eliminación de líquidos.
Ya se que no todos tenéis heladera, yo tampoco la tenia hasta ahora, por eso, mirando otras recetillas de amigos quise probar a hacerlos sin ella, para  luego poder compartirla, con todos vosotros, en las dos versiones, con o sin heladera. La verdad es que es prácticamente igual, y queda igual de bueno os lo aseguro, sólo que con la heladera se simplifica algo el proceso, eso es todo.
La receta la saqué del recetario de la heladera, esta vez hice pocos cambios, exceptuando que puse algo más de nata y que le añadí dos cucharadas de miel, porque dicen que eso evita el que el helado se cristalice. Y efectivamente, debe ser cierto, porque el helado quedó muy cremoso y con un sabor muy logrado.
Para acompañar puse algo de plátano troceado y un poco de dulce de leche. 

El resultado fue verdaderamente fantástico... te animas a probarlo????

   Ingredientes:

• 1 plátano maduro grande (puse dos pequeños)
• 200 ml de leche (sin lactosa para intolerantes)
• 200 ml de nata para montar (sin lactosa para intolerantes)
• 50 gramos de azúcar en polvo
• 2 cucharadas de miel
• 1 cucharadita pequeña de estabilizante de nata (opcional)
• plátanos para decorar
• dulce de leche para decorar (no para intolerantes a la lactosa)

Elaboración a modo tradicional:

Lo primero será pulverizar el azúcar con ayuda de un robot de cocina. 

En un bol, con ayuda de una batidora o robot de cocina, hacemos un puré con el plátano, el azúcar y la miel. Reservamos.

Montamos la nata como tengamos costumbre. Ya sabéis que el recipiente y la nata deben estar muy fríos para que monte bien. Le agregamos el estabilizante de nata si es esa nuestra opción.

Agregamos la nata al puré que teníamos reservado y mezclamos con suaves movimientos envolventes, para que no se baje la nata, hasta conseguir una mezcla homogénea.

Ponemos papel film sobre el bol y llevamos al congelador durante una hora.

Transcurrido el tiempo estimado, sacamos y batimos con ayuda de una batidora de varillas.

Ponemos de nuevo el papel film y volvemos a llevar al congelador.

Repetimos esta acción por tres veces, o sea cada hora y un total de tres horas.

Observareis en la foto que cada hora que pasa el helado está más compacto.

Por último dejamos en el congelador durante varias horas hasta el momento de tomar.

Decoramos a gusto, yo puse algo de plátano troceado y un poco de dulce de leche,  el  resultado fue una mezcla exquisita y muy nutritiva... ideal para la merienda de niños y mayores!!!

Elaboración en heladera:

Seguimos los mismos pasos anteriores, pero una vez obtenida la mezcla homogénea, continuamos según las instrucciones de nuestra heladera.