Tengo que reconocer que, desde que conozco esta receta de masa de empanadilla, es rara la vez que hago otra. Eso sí, suelo cambiar el relleno para ir probando otras opciones, como esta que hoy os traigo.
Esta vez utilicé estas calabazas que veis en la foto por tres razones. Porque fue un regalo de una amiga, porque tenía en mente, desde hace tiempo, probar con esta receta y porque pienso que, este tipo de calabazas, son más aptas para elaborar dulces.
La receta es prácticamente igual a la que ya compartí hace un tiempo, sólo que aquella estaba rellena de boniato, la receta podéis verla si clicais aquí.
La calabaza no es una verdura, como muchos piensan, es una fruta con semillas en su interior.
Tiene una pulpa carnosa, con una piel firme, tersa y de un bonito color naranja en toda su amplia gama.
Contienen vitamina A, vitamina C, vitamina B, vitamina E y es rica en potasio. Es baja en calorías y rica en agua, apenas contiene hidratos de carbono, pero en cambio tiene poder saciante. Por todo ello es apta para dietas, para niños, para ancianos, para deportista y para todos en general.
Las calabazas pueden ser silvestres o cultivadas y, ambas, son de tamaño grande. Presentan una gran variedad de formas y tamaños, texturas, olores, colores y sabores.
Como hay tantas variedades podemos decir que se cosechan a nivel mundial, aunque es en los climas cálidos y templados donde abundan más.
Hay dos tipos de calabaza, la de verano y la de invierno.
La calabaza que podemos encontrar ahora es la de invierno, empezó su cosecha en octubre aproximadamente, y los tipos más destacados son la confitera, de zapallo y la banana entre otras. Por tener una piel algo más gruesa estas son las que más y mejor se conservan.
Las de verano tienen la piel algo más suave al tacto y más brillante también y los tipos más destacados son la rondín, la bonetera y la espagueti, entre otras.
Su cáscara, una vez vaciada, se puede secar para, posteriormente, utilizar en ornamentación y también como utensilios. Su contenido, pulpa y semillas, se usa con fines gastronómicos, en elaboraciones saladas o dulces, en forma de bebidas e incluso para cosmética... como veis es un fruto muy versátil!!!
Volviendo a la receta, reconozco que jugué con ventaja, porque sabía que acertaría; el boniato y la calabaza son de sabor y texturas muy similares. Efectivamente asi fué, acerté plenamente, ha sido todo un éxito y para muestra basta con un botón. En este caso el botón viene en forma de fotos que siempre dicen mucho de una receta, lastima que, por aquí, no podáis disfrutar de su olor y su sabor.
Aunque el invierno ya toca a su fin, aún podemos encontrar este tipo de calabaza en el mercado, y todavía se apetece encender horno, sobre todo si el día está como hoy, frío y lluvioso. Os dejo dos versiones de esta receta, la tradicional y la elaborada en Thermomix.
Así que, desde este humilde ricon de mi blog, te animo a que las pruebes... ya veras que te gustaran y serán un éxito también en tu casa!!!
Ingredientes para las empanadillas:
- 250 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
- 200 ml. de nata para repostería
- 500 gramos de harina común
- 1 cucharadita de levadura química
- Azúcar glas o molida para espolvorear
Ingredientes para el relleno:
- 150 /200 gramos de calabaza cocida o asada
- 150 gramos de azúcar molida
- 150 gramos de almendras crudas, con o sin piel, y molidas
- Ralladura de limón (a gusto)
- Un poco de canela (es opcional, yo no puse)
Te dejo otras opciones de relleno, solo tiene que clicar en las letras naranjas y te llevara a ellas.
Elaboración tradicional y en Thermomix:
A modo tradicional elaboramos primero el relleno:
Lo primero será pelar la calabaza, trocearla y cocerla, también pueden ser asada. Yo opté por asarla porque creo que aporta más sabor.
Una vez cocida o asada (troceada) y ya fría trituramos con ayuda de un simple tenedor.
En un bol ponemos el azúcar molido, las almendras también molidas y la ralladura de limón (sólo la parte amarilla, nada de blanco porque amargaría), podeis añadir algo de canela si es vuestra opción.
Esta vez usé almendras crudas con piel porque tenia muchas en casa, pero podéis poner sin piel también.
Mezclamos todo y agregamos la calabaza ya triturada, volvemos a mezclar todo (con ayuda del mismo tenedor o bien involucramos directamente las manos) hasta obtener una masa homogénea.
Llevamos un rato al frigorífico para que endurezca un poco y tome más sabor.
Ahora viene la elaboración de la masa y el final del proceso:
En un bol ponemos la mantequilla, debe estar a temperatura ambiente, y aplastamos un poco con ayuda de un simple tenedor.
Agregamos la nata y batimos con ayuda de unas varillas metalicas o eléctricas.
Añadimos la harina junto con la levadura, previamente cernidas y mezclamos todo con ayuda de una cuchara de palo o silicona.
Al final involucramos las manos y amasamos un poco, tiene que quedar una masa suave, que se despegue bien de las paredes del bol.
Hacemos dos bolas, envolvemos en papel film y llevamos al frigorífico durante una media hora, mientras vamos limpiando y preparando todo para hornear.
Sacamos la masa del frigorífico y ponemos sobre un papel vegetal, cubrimos con otro y estiramos con ayuda de un rodillo.
Agregamos la nata y batimos con ayuda de unas varillas metalicas o eléctricas.
Añadimos la harina junto con la levadura, previamente cernidas y mezclamos todo con ayuda de una cuchara de palo o silicona.
Al final involucramos las manos y amasamos un poco, tiene que quedar una masa suave, que se despegue bien de las paredes del bol.
Hacemos dos bolas, envolvemos en papel film y llevamos al frigorífico durante una media hora, mientras vamos limpiando y preparando todo para hornear.
Sacamos la masa del frigorífico y ponemos sobre un papel vegetal, cubrimos con otro y estiramos con ayuda de un rodillo.
Con ayuda de un cortapastas redondo cortamos porciones y ponemos un poco de relleno sobre ellas.
Doblamos y sellamos las empanadillas, podéis hacerlo con ayuda de un tenedor.
Cubrimos con papel vegetal una bandeja de horno y ponemos las empanadillas.
Llevamos al horno, previamente calentado a 180º durante unos 10/12 minutos, con calor arriba y abajo. Siempre dependiendo de las prestaciones de nuestro horno.
Una vez estén doradas sacamos y dejamos enfriar un poco. No importa si las veis tiernas, endurecen un poco al enfriar, pero no pasaros con el horneado o se endurecerán demasiado.
Ponemos el azúcar molida en un plato y espolvoreamos las empanadillas con ella.
Doblamos y sellamos las empanadillas, podéis hacerlo con ayuda de un tenedor.
Cubrimos con papel vegetal una bandeja de horno y ponemos las empanadillas.
Llevamos al horno, previamente calentado a 180º durante unos 10/12 minutos, con calor arriba y abajo. Siempre dependiendo de las prestaciones de nuestro horno.
Una vez estén doradas sacamos y dejamos enfriar un poco. No importa si las veis tiernas, endurecen un poco al enfriar, pero no pasaros con el horneado o se endurecerán demasiado.
Ponemos el azúcar molida en un plato y espolvoreamos las empanadillas con ella.
Un relleno delicioso con un sabor increíble, un éxito total... prueba superada!!!
En Thermomix elaboramos primero el relleno:
En el modo tradicional teneis un pequeño paso a paso, en fotos, que espero os sea de utilidad.
Lo primero será cocer la calabaza en el varoma aprovechando cualquier otra elaboración. Yo la puse asada porque creo que aporta más sabor.
Reservar y dejar que enfríe.
Ahora vamos a pulverizar el azúcar. El vaso debe estar bien seco y bastarán unos 20 /30 segundos en velocidad progresiva 5-10. Se nota cuando está lista porque sale una especie de polvillo por el bocal. Apartamos del vaso y reservamos.
Pulverizad tanto el azúcar que lleva el relleno como el que vais a necesitar para espolvorear las empanadillas. Esta última cantidad la puse un poco a ojo, unos 200 gramos, porque si me queda siempre la guardo para otras elaboraciones.
Sin lavar el vaso trituramos ahora las almendras, 15 segundos /velocidad progresiva 5-10. Si necesitase más tiempo podéis añadir unos segundos más, pero no triturar en exceso porque se forma una especie de pasta aceitosa.
Ponemos la calabaza troceada (cocida o asada) en el vaso junto con las almendras, el azúcar molido, la ralladura de limón, (solo la parte amarilla) y un poco de canela si es vuestra opción. Mezclamos todo 10 segundos / velocidad 4.
Sacamos del vaso, ponemos en un bol y llevamos un rato al frigorífico para que endurezca un poco y tome más sabor.
Ahora vamos con la masa y el final del proceso:
Ponemos la mantequilla en el vaso y batimos unos 10 segundos / velocidad 4.
Añadimos la nata y volvemos a batir otros 10 segundos / velocidad 4.
Cuando estén ambas integradas añadimos la harina y la levadura previamente cernida.
Amasamos unos 10 segundos / velocidad 7 o hasta que veamos que está bien amasada y se despega del vaso. Quedan como bolitas de masa.
Sacamos la masa del vaso y hacemos dos bolas, envolvemos en papel film y llevamos al frigorífico durante una media hora, mientras vamos limpiando y preparando todo para hornear.
Sacamos la masa del frigorífico y ponemos sobre un papel vegetal, cubrimos con otro y estiramos con ayuda de un rodillo.
Con ayuda de un cortapastas redondo cortamos porciones y ponemos un poco de relleno sobre ellas.
Doblamos y sellamos las empanadillas, podéis hacerlo con ayuda de un tenedor.
Cubrimos con papel vegetal una bandeja de horno y ponemos las empanadillas.
Llevamos al horno, previamente calentado a 180º durante unos 10/12 minutos, con calor arriba y abajo. Siempre dependiendo de las prestaciones de nuestro horno.
Una vez estén doradas sacamos y dejamos enfriar un poco. No importa si las veis tiernas, endurecen un poco al enfriar, pero no pasaros con el horneado o se endurecerán demasiado.
Ponemos el azúcar molida en un plato y espolvoreamos las empanadillas con ella.
Sacamos la masa del vaso y hacemos dos bolas, envolvemos en papel film y llevamos al frigorífico durante una media hora, mientras vamos limpiando y preparando todo para hornear.
Sacamos la masa del frigorífico y ponemos sobre un papel vegetal, cubrimos con otro y estiramos con ayuda de un rodillo.
Con ayuda de un cortapastas redondo cortamos porciones y ponemos un poco de relleno sobre ellas.
Doblamos y sellamos las empanadillas, podéis hacerlo con ayuda de un tenedor.
Cubrimos con papel vegetal una bandeja de horno y ponemos las empanadillas.
Llevamos al horno, previamente calentado a 180º durante unos 10/12 minutos, con calor arriba y abajo. Siempre dependiendo de las prestaciones de nuestro horno.
Una vez estén doradas sacamos y dejamos enfriar un poco. No importa si las veis tiernas, endurecen un poco al enfriar, pero no pasaros con el horneado o se endurecerán demasiado.
Ponemos el azúcar molida en un plato y espolvoreamos las empanadillas con ella.
Buenos días Choni
ResponderEliminarNo acostumbro a hacer empanadillas, creo recordar que una o dos veces las habré hecho.
Leyendo tu entrada y viendo las fotografías, la verdad que me han entrado ganas de ponerme a hacer empanadillas. Veo que eres fiel a la masa, eso es que es la mejor. Así que ya he guardado la receta, seguro que encontraré el momento para hacerlas.
El relleno es delicioso, imagino el festín que fue probar estas empanadillas.
Gracias por las recetas, tanto en Thermomix y tradicionalmente.
Un saludo,
Que pases un bonito fin de semana
Buenas tarde Choni,te aseguro que las voy hacer ,te han quedado unas maravillosas empanadillas y el relleno me disloca
ResponderEliminarbesitos miles bonita ¡¡
madre mía, no he hecho nunca empanadillas dulces pero de verdad que estas tengo que hacerlas, menuda maravilla!!
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